- Las necesidades y expectativas de los clientes se han vuelto especialmente líquidas en diferentes categorías de productos y servicios. .
- El Growth Hacker se ha convertido en uno de los perfiles más demandados por startups y PYME’s de todo el mundo.
- A“Esa mentalidad de crecimiento y esa habilidad para trabajar con la tecnología tiene que ir en el ADN de los founders, de la empresa”, explica Juanma Varo.
En la era del nuevo consumidor, las empresas se encuentran ante una dinámica cada vez más generalizada: superar los niveles de ventas de años anteriores. Ante esta premisa, muchos son los profesionales que se preguntan qué está ocurriendo, llegando, de forma equivocada, a la conclusión de que hoy día los consumidores gastan menos. Hace décadas todos sabríamos definir de una manera u otra cómo es el consumidor, cómo se comporta y qué le motiva. Sin embargo, y tal como detalla el estudio realizado por Accenture, durante las últimas décadas todo ha cambiado y son muchas las organizaciones que parecen “estar desincronizadas, ser demasiado rígidas o moverse a un ritmo más lento” de lo que lo hacen la tecnología, los consumidores y el mercado global.
Las necesidades y expectativas de los clientes se han vuelto especialmente líquidas en diferentes categorías de productos y servicios, por lo que conocer al consumidor actual no solo está vinculado con saber qué le gusta comprar. Conocer al consumidor de hoy está más relacionado con descubrir cuáles son las razones tras una decisión de compra, pero sobre todo con saber dónde, cómo y con qué frecuencia lo hacen. Aun así, este no es el único factor que afecta al crecimiento de la rentabilidad de un negocio, para que un negocio alcance sus objetivos de venta en una época en la que los clientes están más informados que nunca y cuando la competencia crece a diario, es necesario rendirse a la experimentación, a los datos, al ingenio y, sobre todo, a desarrollar una mentalidad enfocada al crecimiento.
Sean Ellis, también conocido como el padre del Growth Hacking, ya se percató de esta necesidad hace una década. A pesar de ser un profesional del marketing que llegó a hacer publicidad, acabó encontrando su propósito en un contexto muy diferente, sabiendo reconocer a tiempo las oportunidades y el potencial de la digitalización. Sean comenzó a experimentar con un nuevo método que revolucionaría la forma en que las startups y, a posteriori, otros muchos negocios concebían el marketing y el entorno empresarial. Durante algunos años, probó sus técnicas de experimentación que después monitorizaba, analizaba y ajustaba según los resultados; al más puro estilo científico. Gracias a esta nueva visión, consiguió optimizar los resultados de empresas como Dropbox, Eventbrite, LogMenIn o Lookout; corporaciones que actualmente valen millones de dólares cada una.
Ahora, diez años después y cuando el universo digital evoluciona a una velocidad de vértigo, el Growth Hacker se ha convertido en el profesional de moda y es uno de los perfiles más demandados por startups y PyMes de todo el mundo. En este momento, cualquier empresa “ya sea de reciente creación, en una fase de tracción e incluso en fases de robustecimiento del Product-Market Fit”, donde estos perfiles han tenido y están teniendo mayor presencia, “el Growth Hacker no es necesario porque ahora, todos los miembros de una compañía deben ser Growth Hackers. Al menos entendiendo a esa figura a la que Andrew Chen y Sean Ellis, padres de la definición, hacían referencia” afirma Juanma Varo, Head of Growth en Product Hackers y co-director del programa ‘Growth Hacking y Marketing Automation’ de CEU Digital.
Esto se debe a que, hasta hace apenas unos años, la tecnología no era tan accesible y las empresas necesitaban de perfiles muy característicos que tuviesen la capacidad de desarrollar técnicas nunca vistas. Para Juanma, encargado de liderar esta mentalidad en startups de Silicon Valley, “se han escrito muchos casos de éxito, ha permeado el conocimiento, se han escrito libros y hay personas que han evangelizado sobre todo lo que se puede hacer”, cuando realmente “esa mentalidad de crecimiento, esa mentalidad de multiplicar tu base de clientes y esa habilidad para trabajar con la tecnología tiene que ir en el ADN de los founders, de la empresa” y, por tanto, de sus empleados. Y es que a pesar de que el Growth Hacking es una tendencia que está o al menos debería estar presente en toda corporación que base sus productos en la venta online, muy a menudo se consideraba este perfil y todas sus posteriores derivaciones como Growth Manager, Growth Marketer, Growth Analyst o Growth Engineer como una especialidad del marketing. Pero en un entorno en el que todo cambia a una alta velocidad, el marketer debe saber, por ejemplo, de API’s y los programadores de experiencia de cliente.
En este sentido, toda la empresa, y no solo el Growth Hacker, debe estar obsesionada con el crecimiento; tanto programadores como comerciales, responsables de clientes o recepcionistas. Por esta razón, el Growth Hacking más que una tarea o un perfil marketiniano debe ser un cambio de mentalidad de toda la empresa y sus trabajadores; saber usar todos los recursos disponibles para lograr una sola cosa entre todo el talento que alberga cada departamento: crecer. Asimismo, esta tendencia no solo deberá ser algo exclusivo de las startups, ni tan siquiera de las grandes multinacionales que con más recursos serán capaces de lograr resultados cada vez más optimizados; esta tendencia deberá ser un cambio que deberá producirse en las empresas más pequeñas, las PYMES’s.